QUIJOTES



Cervantes lo sabía.

Alonso Quijano, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, gestó su locura en cientos de libros de Caballería y buscó, entre los seres más próximos, una mente que le sirviera de compañera.

Sancho Panza era un campesino. Bruto, muy bruto. Vulgar y atropellado pero fiel a su señor.

Sus “cruzadas” tienen diferentes objetivos:

Para Don Quijote sólo cuentan los actos de Caballería.

Para Sancho la posibilidad de ser rico y famoso (Serás gobernador de alguna ínsula… )



Así, comienzan a mezclarse. E imaginan desde donde pueden: Quijote desde sus libros. Sancho desde lo que logra percibir.


Se combinarán, se fusionarán. Cambiarán posiciones.

Compartirán su locura.

2 comentarios:

Lady Gemixxx dijo...

Tantas veces recibí (y seguiré recibiendo, me temo) la etiqueta "acusadora" de tener "el mal de Don Quijote"...

No dejar nunca de soñar, de imaginar. Recorrer caminos desde los libros. Viajar a Baires, a Dakar... Paseé por tantas calles que todavía no viví...

Encontrar, re-conocer a los quijotes que comparten mi(s) locura(s).

Revolviendo entre los cajones... Imposible abrirlos todos. Esta cómoda es inmensa... :)

Besos, linda mina.

Julieta dijo...

:)

Que raro nosotras compartiendo la locura!!!!

Gracias Gemix! Todos los cajones son tuyos.

Muaaaaaa