Hasta que pensé delfines


Cuando sirvieron batidos de silencio y chocolate, no supe dónde encontrarte.
Vapor de incienso mis ojos, transmisión mediterránea de teclado sordo y mudo.
Brillaba la luna llena y yo, como pozo de sonrisas, no supe dónde encontrarte.


El viento nos ha cambiado la ruta de las estrellas.
Tantos cuerpos en el puerto, tantas palabras de acero y los nudos…
que Todo también sangra . No, no supe dónde encontrarte.

Revolví las madrugadas masticándome las uñas para no desentonar

Sin murmullos y sin gestos te acerca el eco del mar penetrado:

rosas grisáceas, azules

flores marinas, sin brazos, que me acarician la espalda.


No supe dónde encontrarte
Hasta que pensé delfines

1 comentario:

Lady Gemix dijo...

No quiero traer lágrimas mi adorada Julieta. Sólo quiero dejarte un abrazo de los que dejan el océano pequeño, de los que convierten las noches en mañanas luminosas.

Los delfines serán estrellas en este cielo. En este mundo en el que la soledad no existe.

No hay palabras contra el dolor. Sólo amor. Mucho.

Te quiero. Besos,

(lamento que no se vea el vídeo que te dejé en tu última dedicatoria... quizás entré en un terreno que no debía...)