Impresión...





Antes que Dalí, Buñuel y las hormigas llegaran a mi vida... Mucho antes, lo atroz se hizo presente disfrazado de situación cotidiana (¿siempre será igual?)


Era así:

-¿Rezaste?
- Sí, ya recé.
- A dormir entonces. Que sueñes con angelitos.


Las palabras se iban deshaciendo mientras yo fijaba la vista en la luz que provenía del baño. Ese estado entre sueño y vigilia, que todos (tarde o temprano) advertimos, me encontraba tratando de capturar ruidos ajenos.
Creo que no pasaba demasiado tiempo. (Lejos quedó “esa” percepción temporal) Me dormía. Y justo allí, en el medio de mi sueño aparecían las cucarachas.
Cucarachas en mis manos. Muchas.

Saltaba de la cama y corría hacia el baño. Agua. El chorro de agua las alejaba. La M de mi mano quedaba vacía y limpia, nuevamente.

Que no vengan las cucarachas fue el nuevo pedido que le hice al dios de ese momento.

Entendí, con el paso del tiempo, que ese “cucaracheo” en mis manos era producto de la posición (dormía boca abajo con los brazos bajo en cuerpo).

Entendí que no había tales cucarachas.

No entendí, aún, cómo pudieron ser tan reales pasando por los agujeritos del lavatorio.

No entendí por qué cucarachas, si jamás ninguna había caminado sobre mí…

Cuál historia contar





(...) También conservaba un cofre de bronce, cuyas iniciales grabadas se escondían bajo el polvo, donde guardaba fragmentos de un diario perteneciente a Julio Aurelio Atucha Pereyra, un tatarabuelo o chozno con ideas revolucionarias.

...Hemos conseguido, hábilmente, reducir a un quantum minimum los canes que asolaban a nuestros queridos compatriotas. Las nuevas luminarias los ahuyentan hacia las zonas periféricas y allí las huestes formadas, no ya con torpes presidiarios munidos con mazas, sino con hombres experimentados en las artes químicas, reemplazan golpes impúdicos por bocados con ácido prúsico...

... Nuevamente la realidad me he dado la razón. Cuando me negaba vehementemente a tolerar las presiones del extranjero no falto quien, suspicaz, creyó entrever en mis palabras otros designios. Pero mi verdad ha triunfado. No queremos sobre nuestras aguas barcos piratas, no queremos sobre nuestras playas esclavos hediondos, enfermos ¿A quien beneficia este negocio?, ¿Qué fin conlleva? No necesitamos esa mano de obra irreligiosa que ha demostrado en Norteamérica su falta de disciplina. En nuestra tierra abunda la mano de obra autóctona, disciplinada, que hoy en día viste decentemente...



... “tu nombre en los anales de la historia
celebrado será; y en nuestros pechos
graba la gratitud tus nobles hechos”...


Eres afortunado querido Julio, tu nombre ha de figurar en los libros... (...)


de Shhh, que sueñes con angelitos , pág 26

Como veneno para mariposas




Vuelos circulares
Limpiando distancias
Restaurando el destiempo


Sombras en la vanguardia
Uniendo temblores
Secando lágrimas
Palabras, sonidos, silencios.
Una red de trapecista
Preservando el encuentro.

Así quedará para el pasado eterno.



El hoy suspendió los vuelos
Anuló las sombras.

El hoy no tiembla
Ni llora

Y matando a lo indefenso
Como veneno para mariposas
Las palabras sin gestos
Los gestos sin alma

Como veneno para mariposas
Este seguir pensando
Ante el olvido ajeno.

A propósito de Naranjo en Flor





“Después de la caminata solíamos subir a su modesto departamento. Cioran tenía allí otros motivos de éxtasis: el diálogo, siempre vivo, inteligente, Mozart, a quien consideraba el “hombre más completo, el más frívolo, el más profundo, que permaneció tan puro en la alegría como en la desolación extrema”, Borges, que para él era “el último de los delicados”, y el tango. La música de Buenos Aires había entrado en su vida de forma tardía. La conocía, desde luego, pero no el contenido de las letras. Una de esas tardes le traduje “Naranjo en flor” y se quedó pasmado. Leyendo la letra, Cioran había concluido que el tango aportaba la prueba irrefutable de que el espíritu humano, sea cual fuere su cultura, se interroga sobre las mismas cosas y llega a conclusiones similares. Para Cioran, la frase de “Naranjo en flor” que dice “primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamientos” podría haber sido escrita por un budista. No sin cierta incredulidad pero con mucha emoción Cioran decía que si no le hubiesen dicho que era un tango habría situado su origen en algún gran maestro budista de siglos pasados.”




Por Eduardo Febbro, desde Paris, Revista “RADAR” de Pag.12

Empezar a escribir desde la desnudez






Revista Oliverio , entrevista a GABRIEL BAÑEZ, realizada por Jorge Goyeneche

A mí me asusta algo de la escritura, es la literatura. La escritura me gusta porque es acción, la literatura no porque es paralizante, es preceptiva que dictan los demás. Y la literatura se está transformando en una especie de ejercicio de élite porque hay capillas literarias, hay dogmas, hay preceptivas, la posmodernidad trajo una suerte de escritura shoping donde todos son muy inteligentes, están en la última tendencia en el último grito, y eso es una boludez. Puedo valorar tener la última licuadora pero... Hay una tendencia muy tilinga a la moda, y se olvidan de quedarse sin nada, de empezar a escribir desde la desnudez, y se olvidan que no hay que estar a la moda para escribir. Creo que para escribir hay que tener algunas cosas: dudas, ausencias, errores, defectos y no tener la certeza de nada. Yo creo en eso. Algo de angustia o de desesperación, o de bronca. Para mí el mundo hace ruido, hay un crac que no me gusta, no sé si es afuera o adentro, en algún lado está. Gracias a eso yo escribo.
Empecé a escribir porque no sabía hablar, para ir a los demás, para entender lo que está afuera que no digo que me asusta pero sí que muchas veces me resulta incomprensible.

¿Murió la novela?


La novela es lo más vital que puede haber, como la poesía. Dicen que está en decadencia pero yo no lo creo aunque la novela moderna está asumiendo nuevas formas e incluye el ensayo, la digresión filosófica... La novela está tomando formas contaminadas, y eso es muy bueno, pero de todos modos si vamos a los orígenes de la novela vemos que fue producto de las frame stories, de una contaminación previa y de una sucesión de cuentos que se iban concatenando para formar una historia más larga, el Quijote tiene algo de eso. Y la novela actual está tomando de otros saberes y los está incorporando, pero muchos autores clásicos, tradicionales, ya lo hacían, no es nada nuevo. Que la posmodernidad lo asuma como algo nuevo es un disparate. Yo le llamo a eso salgarismo, porque Salgari en medio de una historia se tomaba cuatro páginas para explicarte qué cosa es una árbol Baobab, y ahora dicen que son modernos porque se pasan cinco hojas... son síntomas, qué hagan lo que quieran, yo sigo creyendo en la historia. Es lo que nunca vamos a dejar de escuchar o hacer, y creo en las versiones, creo en los rumores y creo que dos personas se juntan en la calle y dicen "vos sabés lo que le pasó a X?" No se va a poder nunca dejar de contar. ¿El fin de la novela? No, es un disparate. Quizás en lo que es el soporte no salgan en el futuro en formato libro, se podrá leer de la pantalla, qué sé yo, a mí qué me importa, si yo no escribo por las páginas de papel, yo escribo para contar historias, como cualquiera. Pero fuera de eso yo creo que la novela no tiene fin, a lo mejor lo que sucede con la novela moderna, y esta es la confusión, es que se ha quebrado, se ha roto la linealidad histórica. Estábamos acostumbrados a la dialéctica histórica: a que los sucesos se fueran encadenando y desarrollando, y ahora es todo un caos. A mí no me asusta el caos, yo trabajo con el caos aunque no hago un elogio del caos, creo en la dialéctica histórica pero en términos creativos no sé qué vendrá, vendrán novelas buenas, novelas malas. Siempre novelas.





">Continuar leyendo...







Madame: ¿Te gusta espiar? ¿Te fascina meterte en pieles ajenas?

Emir, tu personaje favorito, sigue esperando un gran salto en su vida.

Podrás hacerle ese favor?



“No tenía ganas ni tiempo para hacer ficción sea bajo su forma de historia o de periodismo y mi abuela estaba demasiado vieja para la investigación boca a boca, pero de vez en cuando, nos asomábamos a las ventanas.
Detrás del monte. Un camino bordeado de perros sarnosos. Un jardín con incontables estacas. En cada estaca la cabeza de una muñeca. Una bomba de agua. Junto a la casa de juncos y machimbre, un hombre. Coleccionista excéntrico, reencarnación de un jíbaro o demente.


Un sembradío de choclos. Eucaliptus, moras y casuarinas. Cientos de pájaros elípticos. Un hombre frente a un inmenso jaulón de alambre mosquitero. Pájaros cuadriculados y la ilusión de escapar. Coleccionista excéntrico, reencarnación de carcelero o demente.


Pozos de niebla en la noche. Yo. Cada silueta tragándose su sombra. El descubrimiento fugaz del territorio conocido. Terror por el próximo paso. O demente.

Cambiar los adoquines por el barro, el tren por unos teros miedosos, “Boquitas pintadas” por “Juan Moreira” no parecía un buen negocio.
Cambiar una mirada que chocaba a los diez metros por otra que se cansa sin llegar al final, me daba ánimo.

Mi abuela se iba encogiendo aunque en los ratos que compartíamos lo disimulara. La decrepitud la encontró tratando de cortarse las uñas de los pies. Ojos, pulso y espalda confabulados para que no lo lograra. (Mortal, qué atributo de mierda cuando le corresponde a los que amamos)


Después de andar por la ciudad, en bares, aulas, reuniones, volver a casa me causaba una mezcla extraña: remordimiento y envidia. (…)"




Shhh…Que sueñes con angelitos (frag.)

Escribiendo como si nada...


Buscar un adjetivo mientras las balas rozan los tilos, dejarse envolver por la sensualidad obscena de la caída del sol mientras los rostros oscurecidos se enfrentan. La misma miseria de siempre. Pobres contra pobres y las bocas de los ataché cagándose de risa. Adaptarse a este panorama implica una ductilidad propia de alienados. ¿Cómo se puede dar la palabra al otro cuando no existe ninguna posibilidad de diálogo?No puede ser que la muerte haya golpeado las ventanas, las puertas, mi cabeza y yo siga escribiendo como si nada, pensando como si nada: acaso no serán la escritura y el pensar algunas de las formas que tiene la muerte. Es la prohibición máxima de la palabra: hablar de la propia muerte. Todo puede decirse menos ese final o ese principio.[...]Los pozos son de Poe, los laberintos, inconcebiblemente de Borges y todas las cucarachas tienen la cara de Kafka. Debe haber alguna estupidez que sea capaz de concebir y hacerla propia.Dejé de escribir diarios íntimos cuando aprendí a mentirme. Cesar: debiste quemar tu diario antes del "no escribiré más"[...] Ninguna de las seis personas con las que cuento me sirve. Debería inventar una persona singularísima que diera cuenta de lo que pienso como propio, como ajeno, como no pensado, como no querido pensar.[...] Este comienzo( no creo que sea tal) fue demasiado dilatado. Hace tanto tiempo que junto pesares, sentires, miradas y palabras ajenas. Pero es tan típico en mi tener de confidente a la indecisión. No me abandona jamás. y aquí estoy habiendo jurado que el veinte empezaría y desde luego ya es veintiuno[...]

Grado Cero de la Lectura-Bañez


Una obra de ficción es siempre "una otra realidad", y ante esta "otra realidad" caben unas pocas posibilidades: el rechazo, la adhesión o la indiferencia. El prejuicio consiste en no poder asumir esa "otra realidad" como recurso de la imaginación. No hay peor servidumbre durante el proceso de lectura que la que lleva a identificar hechos o situaciones reales con aspectos de esa otra categoría llamada ficción.Novelita en la que la visión deformante de un personaje tan pastillado como disociado transforma a la cultura en un campo de batalla irreal, expresado en delirios, obsesiones y miligramos. Del Ibáñez personaje, un rasgo apenas: "reaccionario hijo de mil putas malparido".


-¿Es un alegato contra la cultura oficial?


-Al contrario, en todo caso, si se lee bien, contra la psiquiatría oficial.

Demasiado SOL




Demasiado sol para estar muerto

A pesar de la tierra fresca, desgranada,

Del perfume de las flores

De la prolijidad de la fosa.



Cantos a la noche que tu amada

Jamás escuchará

Demasiado sol para estar muerto

Y perder la capacidad de ser nombrado

De tomar agua, caminar, escuchar a los pájaros

Cerrojos violentados

El presente de los verbos que dejo

La vileza de creer en dios cuando se tiene miedo



Demasiados muertos para ser uno más…

Artistas


“Mi querido Theo:

(…) Estos últimos días de viento y lluvia he trabajado en casa, ocupándome en el estudio del cual hice un croquis en la carta de Bernard. Quisiera llegar a poner los colores como en los vitrales y un dibujo de líneas firmes.

Estoy leyendo Pedro Y Juan de Guy de Maupassant; es muy bello; ¿Has leído el prefacio, explicando la libertad que tiene el artista de exagerar, de crear una naturaleza más bella, más simple, más consoladora en una novela, después explicando lo que tal vez quiera significar exactamente la frase de Flaubert: el talento es una larga paciencia, y la originalidad un esfuerzo de voluntad y de observación intensas? (…)”
Vincent Van Gogh.

Recortes de Diario

Calesita
“ Chau novela. Es imposible hacer un plan de trabajo sin una mínima historia. Tengo los personajes, el lugar, el tiempo pero no tengo ni idea de lo que quiero que pase ( o de lo que quieren ellos, como en Pirandello)[...] Sopapita-Villa Pineral- el boliviano-los muertos de Sierra Chica- el nutriero de Pila: eslabones de una soberbia cadena que permite bajar los costos del wisky y aumentar los de la leche.Quisiera encontrar una serie de palabras y combinarlas de tal forma que fueran capaces de conmover no sólo a las mentes “iluminadas” sino a aquellos que van por la vida sin iluminación. ¿ Cuántos siglos hace que el arte perdió su popularidad? [...]País del todo es posible: un ciclista recorre el mundo acompañado por su perro. Recorre el mundo hasta que llega a nuestra casa: Westphal y su perro Shiri Khan son atropellados en la ruta once a la altura de General Lavalle. No hay, no puede haber final feliz: el perro murió. [...]Se fue Polo. Las noticias son así: cerca de las dos de la tarde una formación que se dirigía hacia... embistió a... conductor de... Se fue Polo."

Del otro lado


Hay algo peor que la angustia de la página en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oído demasiadas y no poder olvidarlas” Fabián “Polo” Polosecki. (1964-1996)